Desde tatami hasta la estera de cristal: por qué una almohadilla dura es mejor
Desde tatami hasta la estera de cristal: por qué una almohadilla dura es mejor
Todos necesitamos descansar cómodamente al final de un largo día y recuperarnos del estrés diario. Muchos optan por un colchón suave y acogedor que les permita hundirse y sentirse como en una nube. Pero ¿se han preguntado alguna vez si esto es realmente lo mejor para su cuerpo?
Los colchones duros, a menudo llamados colchones ortopédicos, tienen una larga tradición en diversas culturas y a lo largo de la historia de la humanidad. Desde las sencillas esteras de paja del mundo antiguo hasta los firmes tatamis de Japón, los colchones duros siempre han sido la primera opción para muchas personas gracias a sus numerosas ventajas ergonómicas.
- Postura mejorada: Los colchones blandos suelen hundirnos, lo que puede provocar que la espalda se arquee en una posición poco natural. Un colchón firme, en cambio, sostiene el cuerpo de forma uniforme y favorece una columna recta durante el sueño. Por lo tanto, un colchón más firme puede ser especialmente beneficioso para personas con problemas de postura.
- Circulación uniforme: Un cuerpo que se hunde también puede restringir el flujo sanguíneo en ciertas zonas. Una superficie firme evita el hundimiento y favorece una circulación uniforme.
- Menos movimiento durante el sueño: Sobre una superficie dura nos movemos menos mientras dormimos, lo que puede conducir a un sueño más profundo y reparador.
Algunos de ustedes podrían estar pensando: "¡Pero si no es tan cómodo!". Sin embargo, nuestra idea de comodidad se ha visto moldeada a lo largo de los años por la publicidad, el cine y la cultura popular. Nos han condicionado a creer que cuanto más suave, mejor. Pero ¿no es hora de desafiar esta mentalidad y darle a nuestro cuerpo lo que realmente necesita?
Un cubrecolchón duro puede no ser para todos. Sin embargo, es innegable que ofrece importantes ventajas ergonómicas. Además de la firmeza óptima, otro factor crucial es la postura al dormir.
La posición correcta para acostarse
La postura correcta para dormir es tan importante para la salud y el sueño como la firmeza adecuada del colchón. Al fin y al cabo, la forma en que nos acostamos puede marcar la diferencia entre una noche de sueño reparador y el dolor de espalda por la mañana.
Existen muchas posiciones diferentes adecuadas para un sueño reparador o para relajarse tumbados en general. Solemos decidir intuitivamente qué posición nos resulta más cómoda, eligiendo entre tumbarnos boca arriba, de lado o boca abajo.
Independientemente de cuál de estas tres posiciones prefieras personalmente, hay algunas cosas que puedes tener en cuenta para optimizar tu posición individual al acostarte.
- La posición supina: Dormir boca arriba es especialmente beneficioso porque distribuye el peso corporal uniformemente por toda la superficie para dormir. Esto reduce la cantidad de puntos de presión intensos y favorece una posición neutra de la columna.Para maximizar los beneficios de esta posición y aliviar el cuerpo lo máximo posible, se debe utilizar una almohada plana cuando se está acostado boca arriba para poder apoyar el cuello sin colocar la cabeza demasiado hacia arriba.
- La posición lateral: A muchas personas les resulta muy cómodo dormir de lado, especialmente en una superficie ergonómica y dura. Sin embargo, al dormir en esta posición, es importante colocar una almohada entre las rodillas para aliviar la presión en las caderas y alinear correctamente la columna.
- La posición boca abajo: Para la mayoría de las personas, dormir boca abajo es posiblemente la postura menos cómoda, especialmente cuando se combina con una superficie dura. Una superficie dura puede acentuar el arco natural de la espalda baja, causando incomodidad. Sin embargo, doblar una pierna y apoyar la cabeza sobre una almohada plana para apoyar el cuello puede aumentar la comodidad y permitir dormir boca abajo relajado, incluso sobre una superficie dura y ergonómica.
Como uno hace su cama...
Un colchón blando que invita a hundirse puede parecer tentador al principio, pero no es la mejor opción para nuestro bienestar. Especialmente en camillas, colchonetas y colchones terapéuticos, se prefiere un nivel de firmeza que ofrezca ventajas ergonómicas.
Sin embargo, eso no significa que la postura ergonómica tenga que ser incómoda. La postura correcta puede hacer maravillas, pero también hay otras maneras de lograr la experiencia más cómoda posible.
Entre otras cosas, los cubrecolchones finos o las fundas suaves pueden proporcionar una experiencia de descanso más suave, sin renunciar a los beneficios de una superficie firme. Elegir la almohada adecuada a sus necesidades individuales también puede contribuir a una mayor comodidad.
En general, se puede decir que la “forma correcta de acostarse” debe considerarse como una combinación de apoyos ortopédicamente ventajosos, la posición correcta para acostarse y, sobre todo, sus propias preferencias.